Todos los admiradores murcianos de la obra literaria de Javier Marías -un escritor al que, como he señalado en otra ocasión, personalmente idolatro- podemos congratularnos con la afortunada iniciativa, por parte de los organizadores de la Semana Grande de CajaMurcia, de traer próximamente a nuestra tierra al prestigioso escritor en Diálogos literarios, un ciclo organizado por el catedrático de la Universidad de Murcia, José María Pozuelo, quien conversará con él acerca del tercer volumen de su espléndida trilogía novelística Tu rostro mañana titulado Veneno y sombra y adiós.
El encuentro se efectuará el lunes, día 27, del actual mes de octubre y al día siguiente, comparecerá en el citado foro, Arturo Pérez-Reverte, nuestro no menos ilustre paisano y antiguo colega mío en el desaparecido diario Pueblo, quien a su vez es un gran amigo de Javier Marías. Conviene recordar al respecto que éste fue propuesto para entrar en la Real Academia de la Lengua por el cartagenero junto con Gregorio Salvador y Claudio Guillén. De mi admiración, casi rayana en el fetichismo, por tan fascinante figura de nuestras Letras, he dejado apasionada constancia en las páginas de LA OPINIÓN con anterioridad, en sendos artículos titulados ("Javier Marías, académico de la Lengua" 12-8-06) y ("Culto a Marías" 7-11-07).
Creo que su presencia física en Murcia, constituirá un gratificante festín literario para todos cuantos acudan a este evento, al permitir a muchos de sus numerosos lectores, disfrutar de su testimonio verbal y conocer, de un modo más directo y cabal, su personalidad literaria. Esta experiencia supondrá un magnífico complemento a la proporcionada por la intermediación de la letra impresa, para profundizar en el rico y complejo universo narrativo del escritor madrileño.
Al autor de El hombre sentimental lo conocí en Madrid hace varios años, quien al saber que había defendido el estilo y temática de su obra frente a varios detractores de la misma, en un debate público celebrado en Murcia, me dedicó su libro Negra espalda del tiempo, agradeciéndome el gesto a la vez que me animaba a que le siguiera defendiendo. Su fascinación, como es también mi caso, por la narrativa de espionaje, tema que aparece en varias de sus obras, motiva que incluyese algunos textos de sus libros Todas las almas y del citado Negra..., en el apartado “Antología de citas sobre el espionaje” de mi libro Los espías y el factor humano. En el momento de su publicación todavía no habían parecido los tres volúmenes de Tu rostro mañana, en cuya trama, el mundo de los Servicios de Inteligencia, juega un papel relevante, por eso no pude incluirlos.
Respecto al libro Veneno y sombra y adiós, objeto del diálogo entre J.M.Pozuelo y J.Marías, tercero y definitivo volumen de ese ambicioso empeño novelístico, cabe señalar que al igual que en dos precedentes, Fiebre y lanza y Baile y sueño, mezcla con singular maestría narrativa la estricta ficción con algunos personajes y hechos reales, constituyendo el clandestino ámbito de los servicios de espionaje, en este caso el MI6 británico, el trasfondo básico de la compleja trama argumental.
La lectura de las más de setecientas páginas de este libro, uno de los suyos mejores según la crítica más autorizada, ha acrecentado la entusiasta admiración que profeso por este escritor desde hace mucho tiempo, debido, entre otras causas, a su sugestiva prosa, dotada de un peculiar magnetismo al servicio de una profunda y original indagación de diversos aspectos de la condición humana. Especialmente interesantes son las numerosas páginas inspiradas en su padre, el filósofo Julián Marías y en su gran amigo y mentor sir Peter Russell, un renombrado hispanista de Oxford que fue espía durante la II Guerra Mundial y compañero de andanzas, en calidad de tal, nada menos que de Ian Fleming, el creador del mítico agente secreto de ficción James Bond. En la obra, además de muchas situaciones cómicas, escritas con genial mordacidad, abundan las reflexiones filosóficas acerca de temas tan enjundiosos como lo son la muerte, el dolor, el miedo, la amistad, el mal, la delación, la venganza, la guerra y las cloacas del Estado. Densidad intelectual que no es óbice para que su lectura resulte sumamente amena.
MANUEL ADOLFO MARTÍNEZ PUJALTE
La Opinión de Murcia, 7 de octubre de 2008
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