Creo que soy parte implicada en el fallo de no haber escrito sobre la exposición de Salzillo, si bien es cierto que es el acontecimiento cultural del 2.007, pienso desde el punto de vista del espectador, y no del critico de arte como alguno me tiene etiquetado, que no supera a la exposición de Huellas llevada a cabo en la catedral de Murcia en el 2.000, no obstante solo el echo de ver piezas del mas importante escultor del Barroco Murciano y el mas grande a nivel nacional, titulo otorgado en vida al maestro por el gremio de escultores de la época, y siendo escultor de cámara, merece la pena verla en varias ocasiones, veo difícil el superad mi record de visitas a huellas, pero si bien es cierto que esta es la segunda vez que la veo y una tercera que esta al caer, hablando un poco de la explosión resaltar que aparte del gran numero de piezas del maestro, en la exposición también veremos piezas de sus antecesores como Nicolás de Bussy, Dupar, Nicolás Salzillo (el padre), la roldana, Cornejo, por nombrar alguno de los representados, y artistas que trabajaron en la misma ciudad con el, como su amado discípulo abentajado Roque Lopez, por supuesto mención aparte merecen sus obras mayores como el cristo amarrado a la columna de Jumilla, la coleccion de pasos de Semana Santa de la cofradia de Jesus y la obra cumbre de todas, el Belén de la familia Riquelme, que a lo largo de su vida fue esculpiendo bien en barro o en madera y que por desgracia nunca termino y Roque Lopez se vio obligado hacerlo, si bien estas dos ultimas menciones son ya mas que argumentos para ver la exposición, me temo que me debo de meter con ciertos aspectos de la misma que no me gustan, el primero es la cronología que se ha llevado a cabo de la misma, si bien es cierto que el comienzo de la exposición si esta bien organizada, al pasar ya las salas interiores no ocurre lo mismo, ya que no nos encontramos con piezas de la primera época, si no un mejunje de esculturas que están colocadas sin ningún sentido cronológico, y por supuesto el destacar y para mi parecer el gran fallo de esta exposición, reside en el encargado de la coordinación de la misma y máximo responsable, no pienso nombrarlo ya que de nunca me a parecido que tenga ningún criterio a la orden de organizar exposiciones de esta magnitud, ya me lo demostró en huellas y en esta repite el mismo rol, el cual no es otro que hacer prescindir a las imagenes de sus llamemosles atrezo, que aparte de engrandecer las imagenes le dan su identidad a la misma, si no observar por decir alguna a la Verónica, la cual le quito su paño, que alguien me diga como se concibe una Verónica sin su paño, como saber que es ella y no una Hija de Jerusalén, o la gran cantidad de Santos y Vírgenes sin sus coronas. cetros, rosarios, etc, por decir alguno la corona del plata de Jesús ante la Samaritana, o las joyas de esta misma, o las cuerdas y el palo con las cuales esta atado el cristo del pretorio de Bussy, al margen de motibos personales creo que es una exposición de las que no veremos mas en nuestra vida y solo por el echo de ver tantas piezas de Salzillo merece la pena no perdersela.
miércoles, 21 de marzo de 2007
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1 comentario:
Estimado Cardiux, seguramente tienes mucha razón en los puntos negativos que has visto de la exposición del tercer centenario de Salzillo, comparada, por ejemplo, con la exposición de Huellas del año 2000. Yo veo para la exposición de "Salzillo, Testigo de un siglo" un gran punto a favor, y es el de redescubrirnos a todos (a los murcianos en primer lugar), un artista nuestro de proyección universal, rodeado por otros artistas excelentes (De Bussy, Roque López, Dupar, Cornejo) y de un contexto histórico espléndido. Espero que en esa tercera visita tuya me vuelvas a guiar por el mundo salzillesco desde el Siglo de las Luces a ese Belén de mestizaje murciano. Un saludo y mucho ánimo para esta semana sevillana que estás atravesando.
Invenire
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