jueves, 31 de enero de 2008
LA METRO MADONNA
EL 'BLOG' SE NOS HACE MAYOR
Buscadores, he introducido algunos cambios estéticos en este nuestro blog que espero sean de vuestro gusto. Hace tiempo que lo queríamos remozar un poco, no tanto por darle un aspecto "bonito". Más bien, se trataba de darle un toque personal que lo identificara con el grupo. Ya sé que los artículos que publicamos son lo que de veras hace "personal" el blog, pero creo que un pequeño cambio estético no le irá mal.
¿Qué os parece a vosotros? Espero vuestras respuestas, gente. Y, si no estáis de acuerdo con la pequeña transformación que he introducido, hacédmelo saber para devolver al blog a su apariencia de antes. Sólo necesitaría un par de clicks del ratón, je, je.
Invenire
martes, 29 de enero de 2008
HORCHATA Y NARANJAS DE VALENCIA
Como si fuera un cuento que cobrase vida, el tranvía nos condujo hasta la playa de la Malvarrosa en una espléndida mañana de domingo que parecía un paréntesis en el que la meteorología invernal se aliaba con los turistas para que disfrutasen de un fin de semana distinto, sin obligaciones de trabajo ni responsabilidades adultas. En el viaje a Valencia que hicieron algunos miembros de Pandag del viernes 11 hasta el día 13, en algunos momentos nos convertimos en menores de edad que escapaban de la parte más rigurosa de su existencia murciana. Aunque no siempre se puede escapar del todo, pues en nuestra cabeza arrastramos algunas sombras de las que no pudimos despegarnos. Por eso, del fin de semana valenciano tengo recuerdos dulces como la horchata de chufa y otros menos azucarados como la naranja.
Pienso que fueron dos días un poco desequilibrados. Cada uno de los que viajamos a Valencia tenía un motivo por el que no terminaba de ir del todo a gusto. Luego, una vez allí, esos motivos salieron a relucir en algunos instantes. Pero el sol mediterráneo de esta ciudad, el ánimo que siempre se crea por estar de viaje de placer, junto con las buenas experiencias de los paseos --bien a pie, bien en ciclo-carro--, el ascenso a la torre de la catedral (o Miquelet, nombre con el que se la conoce), la cena-show del sábado, el disfrute de una discoteca que ya querríamos para nuestra tierra en grave declive de zona ambiental, entre otras muchas pequeñas y divertidas escenas (esa tartana de ascensor en la pensión, las camas grimosas, la ruinosa instalación eléctrica, el hedor que salía del baño e inundaba la habitación...), hacen que el de Valencia se convirtiese ipso facto en uno de los mejores viajes emprendidos por el grupo.
El que no fue con una herida a flor de piel la llevaba en el corazón, o se encontraba tocado de algún órgano vital. La ciudad de Valencia fue un buen lenitivo, como un retiro a un sanatorio para todo ello (aunque no del todo perfecto). Confieso que, en lo que respecta a mí, tuve en ciertas ocasiones la sensación de perder el control del viaje --del que por otro lado no debíamos de apropiarnos ninguno--, a lo cual achaco algunos comportamientos radicales de los que ahora no estoy muy orgulloso. Espero que el hecho de que regresáramos en general contentos, cuando todavía desconocíamos la feliz sorpresa que nos aguardaba en el andén de la estación de Murcia, signifique para todos los que compartimos esos tres días que el viaje mereció la pena. Yo creo que sí, y la prueba la tengo en que, mientras escribo, no puedo evitar la sonrisa ni echar de menos aquella escapada. Como remedio, estoy seguro de que la próxima que hagamos compensará la espera hasta que llegue la hora.
Ah, Venecia...
Invenire
lunes, 28 de enero de 2008
CRÍTICA DE CINE: "EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA"
viernes, 25 de enero de 2008
martes, 22 de enero de 2008
domingo, 20 de enero de 2008
los crimenes de oxford
martes, 15 de enero de 2008
Valencia, una ciudad de altura...
En este viaje, como en todos, hemos pateado incesantemente la ciudad, pero Valencia se nos despegaba de los pies en multitud de ocasiones y nos ofrecía su cielo mediterráneo desde las alturas.
La ciudad se nos presento a 51 metros de altura, ofreciéndonos su torre más emblemática. Desde allí el cielo y el mar se funden recortados por torres de siglos pasados y sinuosas líneas de edificios futuristas. Es cierto que nuestras fuerzas fueron mermadas por la ardua subida al Miguelet, pero con animo renovado volvimos a las alturas en las Torres Serrano para respirar el verde aroma de los jardines de Valencia.
Al día siguiente y con menos esfuerzo nos elevamos mas allá del horizonte en una noria a orillas de la playa de la Malvarrosa, allí el mediterráneo parece dominarlo todo y querer conquistar la ciudad.
Mención aparte merece otra altura, el 5º piso de nuestro alojamiento con vistas a la avenida Játiva, aquí unos preferían escaleras y otros se arriesgaban con el ascensor.
En algún otro post bajare de las alturas de Valencia, ¡pero cuidado que ahí abajo hay peligrosas bicicletas de ocho pedales!.
Dardo.
viernes, 11 de enero de 2008
jueves, 10 de enero de 2008
lunes, 7 de enero de 2008
sábado, 5 de enero de 2008
Guerra al olor genital
No se hasta que punto puede ser útil este nuevo invento farmacéutico, y a que olerán nuestros genitales una vez utilizado este producto. Hasta a fecha de hoy a mi me gusta el olor de los genitales que olido, que por otra parte no son muchos, pero bueno, para gustos colores. ¿Podrá este Nodoro ser un sustitutivo del agua y jabón?
viernes, 4 de enero de 2008
Ya queda menos para Valencia...
Dardo.