En pleno siglo VIII, Hispania era territorio musulmán, la batalla de Covadonga (722), sirvió para tomar fuerzas a la población cristiana y empezar la reconquista.
En este periodo se instituyo el reino asturiano con D. Pelayo, a quien sucedió Alfonso I.
Este rey pobló y organizo el territorio de Liébana con cristianos de la meseta, para formar de esta manera una frontera con los musulmanes que poblaban el valle del río Duero. Ha ellos se unieron monjes venidos de todas partes de la cristiandad y entre ellos los que fundaron el monasterio de San Martín de Turieno, actualmente Santo Toribio de Liébana.
Según la tradición de esta congregación a mediado del siglo VIII y una vez consolidada la reconquista de esta zona, se trajeron los restos del Obispo Toribio de Astorga y con ellos el Lignum Crucis que este se trajo desde Jerusalén. Según cuesta el Padre Sandoval, cronista de la orden Benedictina, esta reliquia corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz que Elena madre de Constantino descubriera. Este trozo del leño sagrado es la mas grande que se conserva en la actualidad con unas medidas de 635 mm el palo vertical y 393 el trasversal con un grosor de 38 mm. Se encuentra incrustado en una cruz gótica de plata sobredorada de 1.679.
13 siglos después de la llegada de la sagrada reliquia a tierras cantabras, hoy el monasterio de Liébana vuelve a ser noticia. Según el programa la linterna de la Cope, el investigador Lebaniego Pedro Alvarez, ha descubierto lo que de confirmase seria uno los hallazgos arqueológicos mas importantes de los últimos tiempo, el descubrimiento son unas cadenas muy antiguas, que podrían ser con las que ataron a Cristo tras la flagelación, actualmente se esta investigando si dichas cadenas acompañaron al Lignum Crucis en su venida al monasterio en el siglo VIII.
2 comentarios:
En primer lugar deberías rectificar el titular de esta noticia porque no puedes poner que se han encontrado las cadenas de flagelación y luego en el texto poner que se está investigando si pueden ser. O es una cosa u otra pero no puedes confundir a las personas cuando no está confirmado todavía. Espero que a la próxima vez que entre en este blog esté corregido. Por cierto el último párrafo es ininteligible. Jaime
Querido Cardiux:
En mi opinión, deberías estar más abierto a la crítica constructiva (la destructiva, estamos de acuerdo, basta con ignorarla). Todos cometemos errores y, al dar algo hecho por nosotros a los demás, quedamos sujeto a la pública enmienda de nuestros yerros y a la sugerencia de mejora de lo que es perfeccionable. No nos podemos enrocar, empecinar e impermeabilizar. Ese comportamiento sólo es propio de Magdalena Álvarez, et alii. ¿No querrás ser igualito que ella?
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Un gran abrazo... Invenire
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