viernes, 7 de diciembre de 2007

¡los Hobbits existieron!


Después de regalarle a nuestro querido Invenire el especial 70 aniversario del Hobbit, me ha dado por buscar por internet, y mirar por donde me he tropezado con un articulo sobre una nueva especie de humano encontrada en la isla de flores, os adjunto el articulo porque me parece muy interesante.


Nueva especie humana: los “hobbits” existieron y convivieron con nosotros en Indonesia
Medían un metro de altura y su cerebro era un tercio del nuestro, pero usaban fuego, herramientas de piedra y cazaban elefantes enanos en la isla de Flores
En la cueva de Liang Bua, en el interior de la accidentada Isla de Flores, en Indonesia (cerca de Bali y Timor), se han encontrado los restos de siete individuos peculiares: pesaban entre 16 y 30 kilogramos, medían un metro, sus huesos eran robustos y anchos, por su cráneo (380 centímetros cúbicos) se les calcula un cerebro del tamaño de un pomelo, más pequeño que el de los chimpancés. Cocinaban sus alimentos, con una dieta que incluía roedores gigantes, elefantes enanos (el desaparecido estegodón) y murciélagos. Cazaban en grupos al estegodón, con herramientas que tallaban en piedra. Eran humanos, pero no de nuestra especie.
La prensa en inglés, sacudida por la publicación del descubrimiento en la prestigiosa revista científica NATURE, enseguida los ha bautizado como “hobbits” , en referencia a la raza de baja estatura protagonista de El Señor de los Anillos, de J.R.R. Tolkien. El novelista británico, de hecho, siempre insistió en que los hobbits de sus novelas de fantasía eran muy plausibles y que no eran ni pigmeos ni afectados por enanismo ni una raza no humana: “son humanos, de un tamaño más pequeño y de hecho por la calle se puede ver gente de estas estaturas”, escribió a un lector. La arqueología ahora le da la razón de una forma sorprendente.
Asombra el cerebro y asombra la época
El descubrimiento ha sido como un meteorito por absolutamente inesperado y por sus importantes implicaciones.
Por un lado, se comprueba que un homínido no necesita tener un cráneo y cerebro tan grande como se pensaba para desarrollar inteligencia, uso de herramientas, trabajo en grupo, fuego, caza, etc... El tamaño del cráneo pierde importancia, y se comprueba que lo que importa es la complejidad de las conexiones neurales.
Por otro lado, asombra que hace 12.000 años aún viviera esta especie humana, porque se pensaba que nosotros, los Homo Sapiens, éramos los únicos humanos sobre la tierra desde que desaparecieron los humanos neardentales hace unos 30.000 años en su último reducto, la Península Ibérica. Y he aquí que aparece en la isla de Flores otro reducto de otra especie humana, estos hobbits bautizados como Homo Floresiensis.
¿Se encontraron en las selvas montañosas de Flores los pequeños hobbits cazadores de estegodones con nuestra gente, los Homo Sapiens? Es perfectamente posible: parece que los hobbits “llegaron” hace unos 100.000 años a Flores, mientras que el Homo Sapiens estaba ya en la cercana Borneo hace 43.000 años y en Australia hace 40.000 años. Pudieron haber convivido (con mayor o menor armonía) en la aislada Flores durante miles de años, aunque la isla es tan accidentada que quizá vivieron en valles adyacentes sin conocerse. De todas formas, el Homo Sapiens más antiguo encontrado en Flores es de hace 11.000 años, cuando parece que ya no quedaban hobbits. Al parecer ellos y sus elefantes enanos se extinguieron hace unos 12.000 años tras una grave erupción volcánica. Aunque quizá...
¿Y si quedaran hobbits vivos?
Si sobrevivieron hasta hace 12.000 años, ¿por qué no hasta nuestros días? Esa es la esperanza soñadora de aventureros y exploradores. Puede parecer que nuestro mundo ya está medido, contado y dividido al milímetro, pero no es exactamente así. En las cercanas islas Sulawesi se ha pescado en alguna ocasión un “fósil viviente”, el primitivo pez celacanto, que debería estar extinguido hace millones de años. En Flores hay una fauna exótica que incluye al lagarto más grande del mundo, el famoso dragón de Comodo. Hace bien poco se descubrió en la frontera entre Vietnam y Laos una nueva especie de animal, el Pseudoryx nghetinhensis, que es un bóvido parecido a una cabra, es decir, un animal nada pequeño, que permaneció inadvertido hasta 1992.
Estas maravillas animan a los “buscadores de yetis” a insistir en sus sueños. Los exploradores Adam Davis y Andrew Sanderson, por ejemplo, buscan en la selvática isla de Sumatra (mucho más grande que Flores) una especie de homínidos de baja estatura que los nativos llaman “orang pendek” y que al parecer mencionó Marco Polo en 1292. ¿Un mito o existen aún hobbits vivientes? Aún hay zonas sin explorar en Sumatra...

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