SIN FALDAS Y A LO LOCO

Este verano, jugando a las películas, Dardo realizó una larga performance de mímica, de más de cinco indescriptibles minutos de duración, en los que expuso (sin decir una sola palabra por su boca) todo el bagaje gestual imaginable del arco interpretativo en un alarde sin precedentes con el objetivo de que alguien adivinase el título de la película que él tenía en mente. Ésta no era otra que Delitos y faltas, de Woody Allen, que (como puede verse en la imagen) se escribe con t y no con la d de dardo. Buena parte de la mímica de Dardo se dirigía a que adivinásemos un título de película cuya tercera palabra fuera faldas. Nuestro amigo siempre ha creído que la cinta de Woody Allen se titulaba Delitos y faldas. Así que ninguno conseguimos desvelar el título acertado y, a continuación, surgió la duda de cómo se llamaba esta estupenda obra maestra del cine. Esta noche ya resolvemos ese punto, el de conocer de una vez su verdadero título. El momento de mímica que nos dejó Dardo esa noche, de todas maneras, fue impagable. Violet se rió muchísimo, y pocas veces la he visto que haya divertido tanto como esa noche de juegos y San Franciscos con Licor del Polo.
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Una última cosa. Hay que ver de nuevo la película de Allen. Tengo un gran recuerdo de ella, y todo esto da pie a que surjan nuevas ganas de disfrutar con lo mejor de este gran director neoyorquino y mundial.

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