martes, 16 de octubre de 2007

viaje a la toscana


El día 10 de Octubre de 2.007 empezó nuestra aventura con destino a la toscana, llegamos al aeropuerto de Pisa y desde allí cogimos un autobús dirección a Firence, no puedo explicar la sensaciones que tuve al tocar el suelo de la inagotable Florencia, pero lo que nunca podre olvidar fue como el duomo fue apareciendo poco a poco, como si de un ser con vida propia que va avanzado hacia ti, no tengo palabras para redactar lo que conllevo esa visión, pero esto solo era el principio de un montón de nuevas sensaciones, esa primera noche nos recorrimos la ciudad viendo los monumentos en una primera toma de contacto con ellos, pero si hay que contar alguna anécdota esa seria sin duda las ocurridas con nuestras guias turísticas en dias posteriores, la primera de ellas sin duda la mas elegante y preparada , Costanza, nos enseño los monumentos mas emblemáticos de Florencia, y nos contó alguna que otra curiosidad, desde el túnel que transcurre desde el puente bechio hasta el palacio de los medicci y su frase que nunca olvidare del dinero no huele, jejjee, no puedo resumir esta ciudad, es matematicamente imposible, el duomo, la plaza de la señoría con la copia del David, la iglesia de la Santa Croche, San Lorenzo, el puente bechio, el porchelino, los ufficci, la torre de los medicci, el espectáculo que es ver la ciudad desde le cúpula del duomo, la casa de Dante, sus mujeres que son tan bellas como la ciudad y tan simpáticas y sonrientes, prosiguiendo con las guias turísticas, sin dudarlo un segundo las mas curiosa sin duda es Júlia, esta rubia de bote tan sigular, nos asusto al principio, cuando se nos presento en el autobús y mas aun cuando en Siena hizo aparecer su mano naranja que ya no nos abandonaria en todo el viaje y que de vez en cuando hacia sonar, todos estos temores después se fueron disipando según pasaban los horas, posiblemente el viaje no hubiera sido tan divertido sin ella, eso si por mucho empeño que ella pusiera los encantos de Siena y San Gimignano no es comparable, al llegar a Siena es como si retrocedieras cinco siglos, de golpe y porrazo estas en la edad media, sus calles estrechitas, sus casa medievales, es como si en cualquier momento fuera a pasar algo mágico, luego la singularidad de los nombres de los barrios, cada uno recibe el apodo de un animal, el dragón, la oruga, la oca, por decir alguno, y su plaza por donde transcurre dos veces al año su celebre carrera de caballos, esa rivalidad entre barrios con sus propias banderas como si de países en miniatura se tratasen y el escudo de su compañía en las calles, incluso en las farolas las adornan, pero si algo deja al viajero con la boca abierta esa es sin duda su catedral o duomo, nosotros tuvimos la gran suerte de poder ver el suelo que es de lo que mas orgullosos se sienten, solo se puede ver durante dos meses al año, el resto del año permanece tapado con maderas, por las celebraciones que allí transcurren. Nuestra guia aquí se llamaba Laura, mas preparada que la del autobús, jjejeje, aunque muy empeñada en que viéramos por toda la ciudad el color tierra de Siena, que es tan famoso, después de nuestra estancia en Siena partimos dirección a San Gimignano, si en la anterior era estar en la edad media, aquí forzosamente eras parte de esa edad media, la frase aquí seria el tiempo se ha parado, no puede ser otra, esa cantidad de torres tan altas, esas casas y calles inalterables como si el tiempo se hubiera congelado eternamente, no creo que exista nadie en la tierra que pueda con una simple frase describir la ciudad, después regresamos a Florencia, nuestro ultimo día Dardo y yo dimos un largo paseo saboreando el olor de Firence, que por la mañana después de ver la iglesia de la Santa Croche y la tumba de Miguel Ángel, nos diría un hasta pronto, porque de otra manera es imposible, por si las mosca al pasar por el porchelino, este que escribe, le dio un sobeo de arriba abajo con la esperanza de regresar algún día a Firenze, nuestro ultimo día lo pasamos en Pisa, antes de empezar este viaje en casa me había planteado no hacerme la típica foto que se hace todo el mundo aguantando la torre de Pisa, pero es imposible irte sin hacértela, solo el echo de ver tantísima gente haciendo posturas para sugetarla, te hace que sin planteártelo pases a ser uno mas, Pisa tiene poco que ver, pero por dios no se la pierdan, ya la entrada a la ciudad con las termas de Nerón, nos anuncia que no es cualquier ciudad la que vamos a ver, creo que con estas palabras no cubro ni el cinco por ciento de lo que ha sido este viaje, pero al menos he intentado dejar un pequeño testimonio de un viaje que jamas de los jamases podre olvidar.

No hay comentarios: