viernes, 5 de diciembre de 2008

Que no se lo lleve el viento

En la sección de ‘cartas de los lectores’ del 20 Minutos de Murcia de hoy he leído este sentido homenaje. Dicen que el viento se termina llevando las palabras. Más aún, cuando se trata de algo publicado en un periódico gratuito: por increíble que parezca, eso lo convierte en más efímero todavía que lo publicado en un diario comercial. Para tratar de que eso no ocurra, o al menos retrasarlo, lo he trascrito a nuestro blog.

¡Adiós, Violante!

Ya no podías soportar más, y el pasado 25 de noviembre decidiste marcharte dejando atrás la lucha contra ese titán al que algunos llaman progreso. No pedías nada más que una casa igual a la tuya y una pequeña tierra donde plantar unos cuantos árboles y seguir cuidando de tus gallinas y conejos, como siempre habías hecho.

Ellos nunca van a comprender lo que suponía para ti ese pequeño trozo de tierra, el esfuerzo con el que tus padres y abuelos trabajaban día a día para conseguir que diera sus frutos, una tierra generosa que te ayudó a que las penurias de la guerra no fueran tantas, una tierra que pagaste palmo a palmo al señorito don Ricardo, y sobre la que construiste junto a tu marido Pedro la casa en la que nacieron tus hijos, y entre cuyas paredes ha ido pasando la vida.

Pero todo eso ha quedado sepultado bajo el asfalto de una gran avenida, no te esfuerces más porque ellos sólo entienden de metros cuadrados, de infraestructuras, de beneficios, de progreso. Te sentías agradecida al juez del Juzgado Contencioso n.º 6, que supo comprenderte dictando medidas cautelares, esperanza truncada por el Ayuntamiento de Murcia, que se opuso con peregrinos argumentos, y el Tribunal Superior de Justicia, que rechazó el auto.

Pero en estos tres meses, desde el desalojo, ya no veías ningún horizonte y, como esas viejas palmeras de la huerta trasplantadas sin raíces a un pequeño parque entre edificios, has ido muriendo cada día un poco. Tu valentía ha sido un ejemplo para todos y, aunque hayas decidido irte, nosotros seguiremos diciendo que lo que te han hecho no es progreso, sino injusticia.

Tu ejemplo no quedará en el olvido, Violante. No has sido la primera en caer. Antes que tú han sucumbido muchos otros en silencio, y detrás de ti seguirán más, pues con la huerta también mueren los verdaderos huertanos. Pero, ten por seguro que ya no será con la sumisión de los sacrificados para el banquete de los poderosos.

R. A., tu familia y todos tus amigos (Murcia)

No hay comentarios: