'EXPIACIÓN', LA PELÍCULA

Briony Tallis es una niña con una imaginación desbordante que procede de una familia burguesa en la Gran Bretaña anterior al inicio de la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi. Su hermana Cecilia mantiene en secreto sus sentimientos por Robin, que trabaja al servicio de la familia Tallis y tiene unos orígenes más humildes, aunque su educación no tiene nada que envidiar a la de Cecilia y sus coetáneos. Durante un día de verano en que se va a celebrar una cena familiar en la gran casa de los Tallis, la niña Briony se ha propuesto llevar a cabo la representación de una obra teatral escrita por ella misma. Sin embargo, el drama que va a desarrollarse en dicha jornada distará mucho de la historia infantil que Briony ideó. Los sucesos que se irán derivando en la primera de las tres partes en las que está dividido el relato de Expiación parecerán una mala jugada del destino detrás de otra. En estos acontecimientos, la intervención de esta fantasiosa niña determinará el designio del amor de Cecilia y Robin: con una inconsciente mentira provocará el encarcelamiento del joven y el alejamiento de su hermana mayor del hogar. Esta separación está gráficamente plasmada en el cartel de la película de Joe Wright, basada en la novela del mismo título del escritor inglés Ian McEwan.
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Habrán de pasar muchos años para que Briony crezca y tenga pleno conocimiento de lo que les hizo a su hermana Cecilia y al hombre del que ella estaba enamorada. De hecho, lo ocurrido ese día estival en el que Europa aún no se había adentrado en la guerra de destrucción total en la que Robin participaría tres años después de ser condenado a prisión, marcará las vidas de estos tres personajes. Un instante de un día cualquiera transformó sus destinos para siempre. Por ello, Briony no olvidará nunca las consecuencias de su impune mentira, por la que la felicidad de dos de sus seres queridos estuvo en sus manos. Ya adulta, aprenderá que sentirse culpable y buscar el perdón de Cecilia y Robin no cambiará los hechos. Tendrá que convivir con el daño que hizo hasta la vejez.
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La versión cinematográfica es muy fiel al texto, pero también es una película que quiere ser independiente del libro y tener una personalidad propia. Es una película en la que se cuenta la historia con claridad y eficiente maestría, pero sin caer en obviedades y subrayados. Su lenguaje visual es de honesta transmisión emocional, con una banda sonora muy hermosa. Yo destacaría un impresionante plano secuencia de más de cinco minutos lleno de poesía y desolación, donde se pone de manifiesto sin tópicos la terrible condición de la guerra.
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Además, todos los actores están asombrosos. Keira Knightley está espectacular en su papel de Cecilia Tallis, y sus dos escenas principales, la de la fuente de agua y la de la biblioteca, están impregnadas del poderoso erotismo que transmite como un triunfo en la pantalla.
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Es de esas cintas cuyo final te pone un nudo en la gargante y te hace correr lágrimas emocionadas por el rostro. ¡Una auténtica gozada!

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