martes, 23 de octubre de 2007

Leyendas en Murcia...



El día, mientras las últimas brumas se deslizaban río abajo, amaneció claro y oloroso. Algunos parroquianos se encaminaban despreocupados a la ciudad por una de las riberas del Segura cuando descubrieron que de las aguas emergía una estatua. Era la imagen de una virgen y parecía tallada en mármol. Aunque intentaron rescatarla, su peso impidió que la subieran siquiera un palmo. Muy cerca del lugar, en la que fuera Puerta de Orihuela, se levantaba el antiguo convento de los padres mercedarios, cuya campana parecía enloquecer como si anunciara el prodigio. Y fueron estos reverendos quienes lograron alzar la estatua de las aguas. Las crónicas recuerdan que la fortuna de los padres bastó para que el pueblo la considerara un milagro. Según las crónicas, «se vio claramente» que la imagen debía pertenecerles. A ver. Tiempo después, extendida su fama de milagrera, la estatua rescatada se denominó Nuestra Señora de los Remedios. Más tarde, la orden costearía un imponente santuario para darle culto. El antiguo retablo incluía dos ángeles que portaban un arca -donde cuentan que se descubrió la imagen- y una campana. Pero si la sorprendente aparición impulsó toda suerte de rumores, aún faltaba una historia que consagró para siempre la leyenda de la Virgen del Cuello Tuerto.En aquella Murcia del siglo XVII existió una moza de espléndidas hechuras y rostro arrebatador a quien rondaba un pretendiente. La joven logró resistirse al muchacho cuanto pudo aunque, sospechando que no aguantaría mucho tiempo más sin hacer de la torta un pan, lo obligó a prometer ante la Virgen de los Remedios que jamás la abandonaría. El joven, aguantándose la risa, asintió. Y pasó el tiempo.Unos meses más tarde, el nombre de aquella mujer circulaba de boca en boca por la ciudad y ella, asustada, presionada por cuantos la rodeaban, recordó al hombre su promesa. Pero fue en vano. Él aseguró que nada había jurado. Fue entonces cuando la joven lo retó a acudir a la iglesia de la Merced para que la Virgen aclarara quién tenía razón. Y si el jovenzuelo disfrutó durante el primer engaño, le pareció tan divertida la situación que accedió a la visita, con la única condición de que, tras aquella prueba, lo dejará en paz para los restos.Entraron ambos al templo. Silenciosa ella y a punto de estallar en carcajadas él, hincaron sus rodillas ante la talla. La joven alzó entonces sus ojos a La Merced y preguntó en voz alta: «Madre, ¿Es o no cierto que este hombre me prometió aquí mismo y ante Vos casarse conmigo?». Los dos mantuvieron un instante sus miradas fijas en la imagen y, de repente, la Virgen inclinó su cabeza y asintió. Y así quedó su cuello, quién sabe si para que toda la ciudad supiera del prodigio y el muchacho no intentara contar después que había sido una alucinación. En cualquier caso, el hombre reconoció la evidencia y tomó por esposa a la muchacha. Eso sí, las crónicas no recuerdan si lo hizo por amor o por miedo.


Ahora la descripción artistica;


Talla en piedra arenisca. Responde la imagen de los Remedios a la tipología de Hodigitria, de finales del siglo XV, tallada en un solo bloque de piedra arenisca.
Se relaciona esta imagen con las Vírgenes catalanas, de gesto primitivo, sonrisa arcaica, e indumentaria que describe la minuciosidad de detalles en la piedra como es el caso del cinto mercedario. El cuerpo, con un acentuado contrapostro, origina una curva donde se coloca el Niño, acompañado de un adecuado ritmo de pliegues; la cabeza gira en posición contraria contrarrestando el excesivo giro del cuerpo. La imagen ha perdido la policromía que debió ser lucida.
Es descrita por José Villalba, en 1730 del siguiente modo “La obra es de seis palmos no cumplios, su rostro morenico, pero muy agraciada y hermosa pues está por todas sus facciones, tiene una corona imperial en su sagrada cabeza aderezada y esmaltada de piedras muy preciosas. Su mano derecha tiene arrimada al pecho y la izquierda se ocupa en sustentar a su Hijo, que es de la misma piedra en mármol”.
Esta descripción se debe a la razón de que en el siglo XVII se inicia la costumbre de vestirla con arreglo a la liturgia y enjoyarla hasta la exageración. La Virgen llevaba un brazo articulado para cuando fuera vestida. En opinión de Fuentes y Ponte, la cabeza del Niño no parece ser la primitiva.
Observaciones
Esta Virgen ocupo la capilla de los Androrillas y pasó después al altar mayor, siendo conocida por la población como Ntra. Sra. Del Cuello Tuerto.Existe en la capilla actual un cuadro del siglo XVII donde se describe el hallazgo de la Virgen en las afueras de la ciudad. Los murcianos fueron muy devotos de esta imagen. Junto a la Virgen de la Arrixaca procesionó en varias ocasiones.


Posdt;
Encomiendo a Cardiux a que le haga una foto a la Virgen, que yo no he sido capaz de encontrala por la red.

2 comentarios:

Pandag dijo...

Sera un placer llevar a cabo la mision y buscar o conseguir por mis medios la foto de la virgen de la Merced.
Cardiux

Anónimo dijo...

Ya tenemos foto en el movil de Invenire, espero que pronto se pueda agragar.
Dardo.